Otra vez, ******María******


María es la mamá de Cristo Jesús -el Mesías- y por extensión, por cuanto Jesús dijo al apóstol Juan (en 19:26-27), de todos nosotros. Los que creemos, y los que no; pero los que creemos también en Ella, ¿creemos correctamente?:

SIN PECADO CONCEBIDA: María Santísima, apareciéndose en Lourdes, se negó a contestar sobre su identidad hasta el 25 de marzo, en que al fin declaró: “Yo soy la inmaculada Concepción”. Y en 1830, siempre en Francia, en la aparición de la Virgen de la Medalla Milagrosa, acaecida a la joven monja Catalina Labouré, se formó un marco ovalado alrededor de María en cuya parte superior podía leerse en letras doradas: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti” (...y se lo dice la Mamá del Cielo -María Madre nuestra-. ¡así será!).

MADRE DE DIOS:
El Espíritu de Verdad nos revela que no pueden coexistir el dogma de la Santísima Trinidad: Dios es Padre, es Hijo, es Espíritu Santo y la afirmación “Madre de Dios” (Mater Dei). En cuanto no es Madre de Dios Padre, sino Hija; no es Madre del Espíritu Santo (Dios-Espíritu Santo), sino Esposa; solamente es Madre del Hijo de Dios (Dios-Hijo). Pero en lugar de rezar esa complicada expresión es bueno reemplazar en el “Ave María” con ...Madre de Cristo y en el “Salve Reina” con ...Madre del Mesías. Además en italiano se reza: Ave María; ¿Qué quiere significar “Dios te salve María”, si Ella ya está en el Cielo? Mejor sería “Bienvenida María” al comienzo del rezo; que es la traducción del italiano y latín “Ave María”.

SIEMPRE VIRGEN MARÍA: Según el evangelio apócrifo de Jacobo (Santiago) el Menor -pariente de Jesús- (Apócrifo, quiere decir “secreto”, “tenido escondido” y no necesariamente “no auténtico”, “erróneo”, “herético” como lo entiende la Iglesia Romana, en contraposición de aquellos canónicos), María concibió en estado virginal a Jesús y permaneció virgen después del parto; el hecho milagroso es la concepción inmaculada (sin semen humano), en cuanto al permanecer virgen, aún después del parto, es una rareza contemplada por la ciencia médica. De haber tenido otros hijos con José no habría sido nada de malo (pecado), en cuanto se unieron en sagrado matrimonio, pero se debe creer que José mantuvo la virginidad de María por respeto a Dios. Hecho impensable en la cultura -lasciva- actual; con excepción de unas comunidades amish, que hoy en día practican una relación entre esposos únicamente cuando y con el fin de procrear un hijo, y de los quackeros que en el siglo pasado se conservaban castos y adoptaban huérfanos y niños abandonados. Según el evangelio apócrifo copto denominado “Historia de José el carpintero”, los cuatro hijos del anciano José: Joseto (José ó Justo), Simeón (Simón), Judas y Jacobo (Santiago), y las dos hijas Lisia (Asia) y Lidia, son el fruto del anterior matrimonio de José; que enviudó y al cual fue sorteada por un sacerdote -según un designo divino- la jovencita virgen María, que haciéndose mujer ya no podía permanecer en el Templo (en el cual su madre la había consagrado al Señor). De ser así, tienen razón los católicos en afirmar “siempre virgen María” y tienen razón los protestantes en afirmar (según los versículos bíblicos Mateo 13:55-56, Marcos 3:31-32 y Gálatas 1:19) que Jesús tenía hermanos (hermanastros) y hermanas (hermanastras). María fue madre de estos hijos e hijas, como es Madre para nosotros; aunque nosotros preferimos rezar “dulce Virgen María”.

ASUNCIÓN AL CIELO EN CUERPO Y ALMA:
Según el evangelio apócrifo del apóstol Juan -el Teólogo-, denominado “Adormercimiento de la Virgen María” ó “Tránsito de la Virgen María”, María ya anciana pidió al Señor dejar este mundo para reunirse con el Hijo y de ser avisada tres días antes de que esto aconteciera. Esa plegaria estuvo acogida por el Señor y la departida de María se desarrolla según una muerte sobrenatural, en la cual participan aún los apóstoles y discípulos ya muertos mártires (temporariamente resucitados por el Espíritu Santo), y los demás son transportados allí en el aire por nubes de luz (o carros de fuego), para saludarla. Al salir del cuerpo su alma inmaculada, el lugar se llena de perfume y luz inefable, y las manos del Señor la ascienden al Cielo. El cuerpo mortal de María es llevado al entierro por los apóstoles, pero allí una luz proveniente desde el cielo los envuelve y, mientras ellos caen por tierra, el santo cuerpo es asumido al cielo por los ángeles. Este hecho fue confirmado por Ella misma -en 1988-, cuando la Virgen María se le apareció a Gladys Motta en San Nicolás, Argentina: “Fui Asunta al Cielo: También en Cuerpo y Alma, gracias a la Misericordia del Padre, al Amor del Hijo y al Poder del Espíritu Santo y desde el Cielo, en Mi Cuerpo Glorioso, junto a Mi Hijo, intercedo ante Él, por las necesidades de los hijos. Soy la Madre de todo lo creado por Dios: Soy la Señora vestida de Sol, la Nueva Eva, La que llevará a los hombres, a la Luz, La que hará posible que sea alcanzada por ellos, la eternidad. Amén, amén. Hazlo conocer.” {Esta página la corregí el día 05-01-2004 porque antes estaba errada}