Muchos hermanos evangélicos
(y de las demás sectas) torcerán la nariz, mientras que mis hermanos católicos
cerrarán sus oídos y se harán los sordos; pero muchos son los que abrirán
los ojos y verán con claridad, porque el mensaje ha llegado a sus corazones.
Lo que pasa, como en el caso de mi hermana (en Cristo)
Mónica, que tuvo la visión de una serpiente enrollada en el respaldo de
la cama de una pariente, justo cerca a la estatuita de la virgencita, y
la interpretó como el diablo junto a María -y no como el enemigo asechando
el calcañar de quién le aplastó la cabeza (Genesis 3:15)-, es que le hicieron
creer que las apariciones marianas son provocadas por ángeles caídos que
se disfrazan de ángeles de luz, o mejor dicho de María, para hacer caer
a los católicos. Aún así el querido pastor Pedro Jara, en el énfasis de
la declamación y bajo el carisma del Espíritu Santo, una vez predicó: "Yo
les digo a los católicos:¿que les dice* María? ¡Que abran sus corazones
a Jesús!" (*modo indicativo presente).
Mientras que los católicos edifican templos y hacen esculpir
estatuas que después adoran, tocándolas y besándolas algunos ("No
harás para tí imagen de escultura, ni figura alguna de las cosas
que hay arriba en el cielo ni bajo en la tierra, ni de las que hay en
las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas..." Primer mandamiento - Exodo 20:4-5). Y luego traen la "Virgen de Fátima"
hasta aquí en La Falda (de Nuestra Señora del Carmen); un "lío de la
madonna" diría mi primo segundo que milita en la Acción Católica Italiana.
Sí porque en Italia le decimos Ma-donna, o sea madre
y mujer. Virgen lo estuvo antes de parir a Jesús; puesto que es rarísimo
-pero no imposible- permanecer virgen después de un parto, sí María tuvo
otros hijos e hijas con José {Me equivoqué,
ver Fe de Erratas en
→ "Otra vez, ******María******";},
con lo cual contrajo sagrado matrimonio. ("Por ventura, ¿no es el hijo
del carpintero? ¿Su madre no se llama María? ¿No son sus hermanos Santiago, José, Simón, y Judas ? ¿ Y sus hermanas no viven todas
entre nosotros?" - Mateo 13:55-56 "Entre tanto llegaron su madre
y sus hermanos... Mira que tu madre y tus hermanos ahí fuera te buscan..."
Marcos 3:31-32).
Entonces vemos ahora lo que dijo la Madonna en Fátima,
porque la Iglesia Católica (desde el siglo XI dividida -"secta"
en latín- en Apostólico Romana y Ortodoxa de Oriente), bien se guardó de
traer también el tercer mensaje (los evangélicos, u otros, que no rezan
a la "virgencita muda" pero pasan horas delante de un ídolo rectangular
-o caja boba- de veinte y pico pulgadas que, a través de películas y programas
o noticieros "malas ondas", le transfiere visualmente malos espíritus
desde su pantalla y les habla mentiras de Satanás a sus oídos, no lo van
a creer). El Gran Secreto de Fátima:
"Un gran castigo caerá sobre todo el género humano.
No hoy ni mañana sino en la segunda mitad del siglo XX. No habrá orden en
ningún sitio del mundo y Satanás reinará desde los más altos puestos, allí
donde se determina la marcha de las cosas. El logrará introducirse hasta
la cumbre de la Iglesia y seducirá los espíritus de los grandes sabios que
inventarán armas terribles con las cuales será posible destruir gran parte
del mundo en unos pocos minutos. Mantendrá bajo su poder a los poderosos
que gobiernan a los pueblos, incitándolos a fabricar grandes cantidades
de estas armas y si la humanidad no se opusiese a esto Yo estaré obligada
a dejar libre el brazo de mi Hijo. De ocurrir esto, se verá entonces que
Dios castigará a los hombres con mayor severidad que en los tiempos del
Diluvio Universal. Si todo continúa como hasta ahora o se degenerase todavía
más, los grandes y los poderosos parecerán junto a los pequeños y los débiles.
Para la Iglesia vendrá, también, el tiempo de las grandes pruebas. Los cardenales
se opondrán a los cardenales, los obispos a los obispos, Satanás caminará
en el medio de ellos y en Roma habrá grandes cambios. Todo lo que está podrido
se derrumbará y todo lo que caiga no se levantará jamás. La Iglesia estará
afligida y el mundo trastornado por el terror. Una gran guerra se desencadenará
en la segunda mitad del siglo XX. El fuego y el humo caerán desde el cielo
y las aguas de los mares hervirán. Inmensas olas se elevarán revolviendo
y hundiendo todo. Millones y millones de hombres perecerán en un instante
y los que queden vivos envidiarán a los que estén muertos. La muerte estará
en todas partes a causa de los errores cometidos por los insensatos y los
partidarios de Satanás quien, sin embargo, sólo reinará por un tiempo. Pero
los que sobrevivan a estos acontecimientos proclamarán la grandeza y la
bondad de Dios y le servirán como en los tiempos en que el mundo no estaba
tan pervertido. No se olviden de los mensajes de mi Hijo para el arrepentimiento
porque Dios desea que se salve la mayor cantidad de sus hijos y se reduzca
la de los incorregibles seguidores de Satán.
Ssma.
María (año 1917)
"Si el viento sopla, sabed que estoy con vosotros,
el viento es mi símbolo. Vendré en el viento"; aún contándole el testimonio
de la aldea de Medyugorie, adonde María en su aparición dijo a través de
los niños clarividentes, que todos tenían que ir a la iglesia y orar (no sólo rezar) a Jesús para que las bombas de la guerra de Bosnia no explotasen
o cayesen en terrenos baldíos, y así aconteció (una bomba múltiple -que
destruye ocho cuadras- cayó cerca de la iglesia sin explotar y las otras
en los campos preservando integralmente por la fe de los creyentes a todas
las casas de esta aldea en el medio de la destrucción general), los evangélicos
no creen. Quizás son como Simón Pedro que en el evangelio de Tomás (no está
en la Biblia porque fue descubierto recién en 1945), declara:
"Simón Pedro le dijo: Que María salga del medio
de nosotros, pues las mujeres no son dignas de la Vida. Jesús dijo: Yo la
guiaré para hacerla macho, para que ella se vuelva, ella también, un espíritu
viviente semejante a vosotros, machos. Pues toda mujer que se hiciera macho
entrará en el Reino de los cielos."
(Macho="Yo-acción que irrumpe", valiente, heroína / no quirúrgicamente
porque no existía en la época ni tampoco tendría sentido contravenir las
leyes naturales).