A)
“Al pasar por cierto lugar, Jesús vio a un hombre que
había nacido ciego. Sus discípulos le preguntaron: Maestro,
¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado
de sus padres o por su propio pecado? (Juan 9:1-2).
Los
de la Nueva Era creen que este hombre nació así por las malas
acciones cometidas en su propia previa vida
-la ley del
karma-. Pero si leemos el versículo 3, vemos que ese argumento queda
fuera de lugar: “Jesús contestó: ni por su propio pecado
ni por el de sus padres; fue más bien para que en él se demuestre
lo que Dios puede hacer”. Si ésta hubiera sido una situación
que involucrara un mal karma, Jesús no hubiera sanado al hombre.
La teología de la reencarnación prohíbe la interferencia
con el karma de otra persona.
B)
A los de la Nueva Era les encanta ver a Juan el Bautista como Elías
reencarnado. “Juan es el profeta Elías que había de venir”
(Mateo 11:7-14). El ministerio de Juan el Bautista era “en espíritu
y poder”, el ministerio de Elías (Lucas 1:17). El texto en ninguna
parte menciona que Juan era Elías reencarnado. Hasta el mismo Juan
el Bautista, cuando le preguntaron si él era Elías, lo negó
categóricamente (Juan 1:21). Jesús estaba diciendo que Juan
el Bautista estaba cumpliendo funcional y proféticamente el ministerio
de Elías como “una voz que clama en el desierto”.
LA ALTERNATIVA A LA REENCARNACIÓN EN
LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
-
O es reencarnación o es redención; no pueden ser las
dos: Uno no sana los pecados mediante una deuda kármica, sino con
la sangre derramada del Señor Jesucristo pues “la sangre de Cristo
limpia nuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para que podamos
servir al Dios viviente” (ver Hebreos 9:11-14). Dios ya hizo por nosotros
lo que los reencarnacionistas están buscando toda su vida. Hebreos
10:12 dice que “Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio
para siempre”. La Biblia nos enseña claramente el concepto de la
redención. O es reencarnación o es redención, pero no
pueden ser las dos.
-
O es reencarnación o es resurrección; no pueden ser las
dos: Los Evangelios, los Hechos y las Epístolas nos enseñan
la doctrina de la resurrección. La resurrección de Jesucristo
es la garantía de que nosotros vamos también a resucitar algún
día (1a. Corintios 15). Favor buscar y leer Hechos 10:39-40 y 1a. Corintios
6:14.
-
O es reencarnación o es retribución; no pueden ser las
dos: Hay un verso que es la respuesta a la reencarnación: “Y
todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio”(Hebreos 9:27). Más claro no canta el gallo. Favor también
buscar y leer Hechos 17:30-31; 1a. Pedro 3:9 y Mateo 25:41-46.
No
importa lo que digan, cuando llegue el día del juicio final, todas
y cada una de las personas, reencarnacionistas o no, tendrán que pararse
frente a un Dios Justo y Santo para dar cuenta de sus vidas.
LA AGONÍA DEL ERROR:
La
reencarnación destruye la dignidad del hombre rebajándolo a
un origen impersonal. En vez de ser a la imagen y semejanza de Dios, descubren
que son no más que una simple etapa en un ciclo constante repetido
de eón en eón, sin encontrar descanso ni paz. Para aquellos
que creen en la reencarnación, Jesús con amor los llama a que
vengan a Él: “Vengan a mí todos ustedes que están
cansados de todos sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar”
(Mateo 11:28).
Por: Carlí Jelenszky
¡ NO SE DEJEN ENGAÑAR !
Creer
en la reencarnación es despreciar el sacrificio de Amor que hizo por
nosotros Jesucristo muriendo en la cruz; que vertió Su Sangre divina
para pagar el precio de nuestros pecados (Hebreos 9:26-28). Porque era preciso
un sacrificio puro y perfecto del Cordero de Dios para lograrlo. Si se pudiera
purificar el “karma” en innumerables “reencarnaciones”, el sacrificio de Cristo
sería inútil, y Él y Dios Padre serían unos “tontos”;
pero en realidad son tontos los que creen en las mentiras del “coludo”, que
aprovecha de la soberbia de aquellos que creen tener la sabiduría (la
“gnosis”) en este mundo, para arrastrar almas al infierno con esta falsa creencia
hinduista.
Tampoco
existe ninguna regresión hipnótica a vidas pasadas, en adultos
o niños que hablen en lenguas extrañas o digan tener recuerdos
de ellas; no olviden que los hipnotistas pueden hacer creer a una persona
de ser una gallina y actuar como ésta. Sino que acontece de forma similar
a cuando el Espíritu Santo entró en los apóstoles en
Pentecostés (Hechos 2:4), y ellos empezaron a hablar en lenguas, así
el hipnotista -en estos casos- hace de “médium” involuntario para que
espíritus inmundos (demonios) se posesionen de la “psiquis” (alma /
mente) del hipnotizado para hacerle proferir mentiras que generen confusión
entre los hombres. Ya que la única verdad es que Jesús resucitó
y está vivo; y así resucitarán todos aquellos que -en
distintas épocas- han creído en Él (Juan 6:40).
Todos
los hombres pasados han muerto una sola vez (aún Jesús ...pero
resucitó y vive!!!), y todas las mujeres (aún María);
solamente dos hombres no han muerto porque fueron arrebatados al Cielo en
cuerpo y alma, esos fueron Henoch y Elías (Génesis 5:24 / 2a.
Reyes 2:1-11). Ellos vendrán a evangelizar en los tiempos finales en
Israel y serán los dos testigos que luego de la predicación
serán muertos, y dejados sus cuerpos en la plaza por tres días
(Apocalipsis 11:3-13). Entonces serán resucitados por Dios y elevados
al Cielo juntamente a todos los muertos en Cristo y a los vivos conversos
(...nosotros, arrebatados y transformados). Ningún santo jamás
habló de reencarnación; ¡ piénsenlo
!
Miren,
¿quién tiene miedo del examen final?: Los holgazanes que andan
siempre en la joda, pensando solamente en los placeres (ignorando los deberes);
y que luego serán reprobados. Pero quien se aplica, sigue las enseñanzas,
las practica y está preparado, no tiene miedo; tampoco “lo toma para
la chacota”, sino que, tomándolo en serio, y con la ayuda del Espíritu
Santo... ¡aprobará! REQUETEBENDICIONES
"El misterio del más allá" - Padre Antonio Royo Marín O.P. "El transito al mas allá" - Padre Antonio Royo Marín O.P.