Ésta es la absurda idea de la secta protestante herética
"Segunda Venida", que recientemente la propuso para salvar el mundo.
Esta organización tiene su sede en la ciudad universitaria de Berkeley,
en California -Estados Unidos de América- y se formó por la
confluencia de 15 grupos que se destacaron de distintas sectas. La idea es
retirar el DNA de las manchas de sangre seca, presentes en el manto que envolvió
a Jesús en la tumba -antes de la resurrección-, el Santo Sudario
conservado por la Iglesia Católica en Turín, y clonarlo en el
óvulo de una mujer virgen en California (...la virgen también
tendrán que importarla ?!?... ¿y lo clonarían así
nomás con un rostro de "turco"-medioriental-, o al último
instante insertarían unos genes de las facciones de Robert Redford,
para hacerlo más parecido a aquél dibujado en los folletos de
los mormones?...).
Nosotros podríamos reirnos -o llorar-, pero entraremos al juego e iremos
a ver qué hay de cierto detrás de esta "lógica
locura", para aprender algo más guiados por el Espíritu
de Verdad, el Espíritu Santo... síganme los buenos !!!
El Santo Sudario, o Lienzo Sagrado que fidedignamente creemos envolvió
a Jesús en el momento de su resurrección, es cuidadosamente
conservado en la basílica de Turín, en Italia, por la Iglesia
Católica <www.aciprensa.com/sudario.htm#sud2>. Primera pregunta:
Son protestantes pero le creen a la Iglesia Católica respecto al Sudario,
¿por qué no hacen lo que está pregonando el Papa Juan
Pablo II, en lugar de inventar "pavadas"? Segunda pregunta: representa
la resurrección de Cristo, Él está vivo, ¿por
qué entonces clonarlo?; ¿por soberbia o por impaciencia en la
espera de su segunda venida? (les recuerdo que Él vuelve en el 2002
-según el profeta Benjamín Solari Parravicini- y un clon demoraría
unos 33 ó 36 años -¿mamando teología protestante?-en
ser el hombre que subió al Calvario).
En 1988 un equipo de científicos anglosajones (faltos de ética)
coordinados por Tite -director del British Museum- efectuaron (adrede) una
prueba con el método del Carbono-14, teniendo como propósito
el de descalificar la sagrada reliquia a los ojos del mundo. Tengo noticias
que contaminaron la muestra de hilos del tejido, que ingenuamente el
Vaticano permitió entonces remover, con hilos del manto de un Santo
del siglo XIII (¡allí sí creyeron en un Santo!); pero
esta noticia no es difundida porque descalificaría el protestantismo
frente al mundo entero (no soy yo que lo afirmo, sino un científico
inglés reo-confeso que se arrepintió). Subsiguientemente, y
como hayan sido las cosas, se realizaron tres análisis independientes
en Oxford, Tucson y Zurich (Inglaterra, Estados Unidos y Suiza ...todos países
mayoritariamente protestantes) que dieron como resultado de la prueba (falsificada)
una datación de entre el 1260 y 1390 d.C. (...obviamente); pleno medioevo.
La revista norteamericana "Times" publicó -a todo color-
este resultado el 23 de agosto de 1988, intentando reducir así el Lienzo
a un falso pictórico de aquella época; rica en grandes genios
del arte gráfico... Lástima que es un negativo que envolvió
a un cuerpo tridimensional, y una imagen del siglo XIII no puede ser un falso
impreso al negativo, porque en la época no existía la fotografía
y nadie conocía el proceso fotográfico ni los efectos 3D de
una computadora. En realidad el tejido tampoco está pintado, porque
no hay rastros de pigmento de ningún tipo en las fibras del Lienzo
Sagrado. Además una técnica llamada reflectometría, demostró
que las fibras del tejido no están quemadas, como hubiera sido si -p.ej.-
hubiera entrado en contacto con fuego o apoyado sobre una estatua de metal
caliente. La estructura molecular de las fibras está modificada -obscurecida-
como si (al resucitar) el cuerpo hubiera irradiado una energía
sobrenatural <www.northstarproductions.org/EL_SANTO_SUDARIO_DE_TUR.html>
desconocida por la ciencia actual. También hay manchas de sangre (AB+)
en correspondencia de las heridas causadas por las espinas de una corona en
la cabeza, en los magullones de la espalda, en las llagas de manos y pies
y en la herida post-muerte del costado, provocada por la punta de una lanza
romana; y el examen anatómico de la imagen impresa confirmaría
los golpes recibidos, los latigazos, los efectos de las contracturas musculares
por la agonía del cuerpo clavado en la cruz.
Los científicos honestos -en primer lugar, uno ruso- opinan que por
las numerosas reparaciones (o remiendos de restauración ocurridos en
todos estos siglos) de la tela, y por la contaminación del polvo y
sobre todo de la ceniza de los dos incendios a los cuales escapó milagrosamente
-el último no hace mucho en Turín-, una ulterior prueba con
el Carbono-14 no daría un resultado cierto y científicamente
exacto; como ocurre -p.ej.- con las momias egipcias perfectamente conservadas
dentro de unas criptas herméticas en las pirámides. Y, simulando
-en laboratorio- los efectos de la contaminación de una tela de lino
con ceniza de un incendio (carbón de leña), el científico
ruso logró corregir las fechas resultantes del Carbono-14; retrodatando
el resultado con una aproximación científica al primer o segundo
siglo de la era cristiana, excluyendo un posible fraude <www.aciprensa.com/sudario/carbono14.htm>.
“La flagelación se realizaba con un tipo de látigo que cuenta con varias extensiones que al final tenían incrustados huesos de borrego y bolas de plomo. Al flagelar, el hueso corta la piel y la bola de plomo golpea al tejido… Esto produce contusiones y laceraciones y los tejidos flagelados terminan como masas de músculos, de tendones abiertos, sangrando, que genera mucho dolor. Esta pérdida de sangre contribuye más adelante a un choque hipovolémico, que es el colapso del sistema circulatorio.” (Jorge Valenzuela, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Monterrey en México)
https://www.udem.edu.mx/es/ciencias-de-la-salud/noticia/comparte-la-causa-medica-de-la-muerte-de-jesus
Después de ser juzgado, Jesús fue azotado violentamente con un látigo de cuero, con pequeñas bolas de hierro en las puntas y huesos puntiagudos. Las bolas de hierro causaban lesiones internas y los huesos destrozaban la carne, exponiendo la musculatura esquelética y causando gran pérdida de sangre, lo que probablemente lo dejó en un estado de prechoque. (Publicado en 1986 en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo - el JAMA, The Journal of the American Medical Association) https://es-la.facebook.com/APEPLAC/photos/a.2044579475591105/4203320489716982/